lunes, 27 de mayo de 2013

BENDECIDO UN NUEVO RETABLO CERÁMICO DE LOS PATRONOS DE LA CIUDAD.

Las fiestas en honor de los Santos Patronos de Málaga, Ciriaco y Paula, tienen en este año 2013 un cariz especial, ya que tras más de un cuarto de siglo se vuelve a recuperar el 18 de junio como jornada festiva local.  Entre los múltiples actos previstos, en la mañana del domingo 26 de mayo ha tenido lugar una romería urbana desde la parroquia de los Santos Mártires hasta la zona de Martiricos, lugar donde se supone que fueron martirizados los Patronos.
La linde noroeste del río Guadalmedina cobija una pieza arquitectónica de gran valor, como es la alcubilla que conducía el agua proveniente del acueducto de San Telmo. Uno de los lienzos de esta fábrica ha sido el escogido para adosar un retablo cerámico de los Santos Patronos, con una doble función decorativa e informativa. Pasadas las 13 h, y ante la presencia de las imágenes sobre una carreta tirada por bueyes,  tenía lugar la bendición por parte del delegado de hermandades y cofradías, Francisco Aranda, siendo descorrida la cortinilla (con alguna que otra dificultad) por el concejal de Cultura, Damián Caneda, en presencia del hermano mayor de la Congregación, Antonio Domínguez, el presidente de la Agrupación de hermandades de gloria, Sebastián Martín, y el numeroso público congregado, todo ello con los sones musicales de una panda de verdiales y la presencia en bronce de la estatua de la Madre Petra, justo al lado del colegio San José de la Montaña.

Se trata de un mosaico de 0,90 x 1,05 m, con la firma del horno malacitano de Daniel García Romero, que insiste en su sello particular de innovar en el diseño de cada uno de sus trabajos, sus peculiares brillos y colores y un minucioso estudio previo de toda la composición. El retablo destaca por los tonos amarillos de la cenafa decorativa , presentada a partir de dos sólidas columnas, en cuyos plintos figuran las fechas de fundación y reorganización de la congregación, así como la heráldica de la ciudad y de la Iglesia malacitana, con una silueta de Santa María de la Victoria, Patrona de la ciudad.  El eje central viene basado en la torre de la parroquia de los Mártires, desde cuya linterna parten las palmas del martirio que son asidas por Ciriaco y Paula, en una visión  más estilizada que los iconos originales, captando la esencia piadosa y de ensimismamiento de las dos efigies.  En la base de la torre se inscribe la heráldica de la corporación así como una tarjeta con la leyenda alusiva al homenaje de la ciudad a sus Patronos, motivado por el hecho de que los azulejos son de financiación municipal.

El mosaico, como comentamos, tiene una doble función, ya que se ubica en el entorno del martirio, pero sobre todo dignifica un espacio como el de la alcubilla, que siempre ha sido víctima de pintadas y de una dejadez endémica, que seguro los congregantes de los Patronos se encargarán personalmente de mantener en perfecto estado de revista.  Además, hay que recordar que este trabajo tiene un cariz especial para su autor, ya que su realización coincidió con el fallecimiento de su madre, y así en una pequeña filacteria entre nubes y pájaros queda grabado casi de manera ilegible en la altura la frase Te quiero mamá y sé que me cuidas desde el cielo. 


Sin duda hay que felicitar tanto a la Congregación como al ceramista, a la espera de que nos sorprendan con otro mural vidriado, quizá en la céntrica calle Santos, cuyo nomenclátor alude a estos dos históricos personajes malagueños que dieron su vida por no renunciar a su fe, hecho que se recuerda en este 2013, Año de la Fe.  

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